Financiación ciudadana de las bibliotecas. El caso de Richland.

Posted on 3 de octubre de 2013 por

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¿Qué interés puede tener para el mundo bibliotecario que el condado de Richland (cuya capital es Columbia, la capital del Estado de Carolina del Sur, EE  UU) celebre elecciones el próximo 5 de noviembre?

La red de bibliotecas públicas ha aprovechado la fecha para promover una consulta ciudadana sobre su financiación y habrá una papeleta para que los votantes puedan expresar su acuerdo o desacuerdo con la subida de impuestos específicos para bibliotecas. La subida supondría un incremento anual del impuesto sobre bienes inmuebles de unos 12 dólares por cada casa de 100.000 dólares, es decir, un euro al mes para las familias de clase media con menos recursos (el precio medio de las viviendas de la zona es claramente superior, según la página de Trulia).

Debemos apuntar que aunque las bibliotecas públicas estadounidenses suelen recibir ayudas del gobierno federal, su financiación  procede mayoritariamente de los impuestos municipales, principalmente del impuesto sobre bienes inmuebles (que suele ser comparativamente alto con respecto a nuestro IBI). Además se estipula que los centros pueden conseguir un apoyo financiero extra de la administración municipal mediante el incremento porcentual del impuesto correspondiente o emitiendo obligaciones (endowments). De esta forma un municipio puede realizar una consulta ciudadana para decidir sobre el endeudamiento público destinado a proyectos concretos ( construcción de nuevos edificios, adquisición de equipamientos, etc).

Votaciones municipales

Algunas consultas ciudadanas municipales sobre la financiación de bibliotecas públicas en California. Ejemplo extraído de un estudio de Madeleine Aalto y Trevor Knigt para la Fundación Bertelsmann (pinchar para acceder al documento)

En el caso que nos ocupa en Richland, el objetivo es conseguir 59 millones de dólares para cubrir diversas necesidades que la propia red de bibliotecas explica en su página web.

richlandlibrary

Pinchar para acceder a la página de la red de bibliotecas.

Como era de esperar, hay candidatos a favor y en contra. Los que rechazan la consulta y la subida de impuestos argumentan que las zonas rurales no suelen mostrar interés en estas elecciones y solo votan los habitantes de la ciudad, precisamente los que tienen interés en mantener la biblioteca pública; por ello acusan de oportunismo a los responsables de la red de bibliotecas públicas.

Además, sacan la artillería pesada en la argumentación: “Ya no necesitamos ir a la biblioteca. Podemos acceder a todo desde casa o desde la oficina. ¿Es necesario construir más infraestructuras para eso?

Los que están a favor del incremento replican argumentando que las bibliotecas reciben continuas demandas de uso de los espacios de reunión por parte de la comunidad. Las propias bibliotecas han analizado y enumerado sus necesidades en un informe público para que los ciudadanos sopesen sus opciones.

El 5 de noviembre saldremos de dudas sobre si uno de los caminos para la supervivencia de las bibliotecas públicas (de momento en Estados Unidos y quién sabe si un día en nuestro país) es apelar directamente a los ciudadanos  para crecer y adaptarse. Desde Durga, además,  tenemos curiosidad por saber qué votará la población de Bookman, por mucho que sea un núcleo rural.

Fuente: The State, «Library issue may divide Columbia, rural voters«

Posted in: Zurito