Tras el moderado pero evidente éxito de las experiencias en la industria de la música con iniciativas como iTunes o Spotify, el mundo editorial abre la posibilidad de adquirir partes de una obra sin la obligación de comprar el libro completo. La escritora y editora digital Beth Bacon (@EbooksAndKids) comenta para Digital Book World el servicio que ofrece la empresa Slicebooks.
Naturalmente, esta nueva tecnología (este nuevo servicio, en realidad) puede tener un considerable interés para las bibliotecas, muy especialmente para las universitarias y especializadas pero también para los servicios de referencia de las públicas y de muchas bibliotecas auxiliares de museos o archivos, por ejemplo, marcando el camino para la «customización» digital de la información que solicitan los usuarios.

Imagen: «The Book of Orchitis», by khart101 [http://khart101.deviantart.com/]
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Mayor flexibilidad para los docentes que ahorran dinero comprando «cortes» de libros.
www.digitalbookworld.com, Beth Bacon, 6 de junio 2013Los educadores quieren a menudo que sus estudiantes lean una sección o el capítulo de un libro de texto o de una obra literaria, no todo el libro. Slicebooks, empresa con sede en Colorado, ha tomado nota de esta práctica y ha creado un servicio que permite a los editores dividir, o “cortar”, fácilmente libros, revistas, periódicos y cualquier archivo PDF o ePub en pedazos más pequeños. La plataforma Slicebooks también permite a los editores mezclar y combinar contenidos para crear combinaciones personalizadas. La plataforma ofrece a los educadores la posibilidad de comprar el contenido que deseen a precios más reducidos.
Distribución de libros en trozos pequeños
«Al igual que ha ocurrido con la música, creemos que todo el contenido debe estar a disposición de los educadores y consumidores tanto completo como por trozos y en misceláneas, y nuestra plataforma facilita a los editores el reutilizar su contenido de esa manera», dijo Ron Tomich, cofundador de Slicebooks. Tomich y su equipo estructuran los contenidos digitales en forma de bits y bytes de datos que pueden ser fácilmente transferidos y recombinados. Esta idea les llevó a organizar su servicio, que abre nuevas opciones de compra para educadores y lectores.
Lecturas más breves y baratas.
Los editores pueden utilizar el servicio de Slicebooks para dividir los libros electrónicos en cualquier número de fragmentos, como secciones, capítulos y subcapítulos. Los educadores pueden conseguir rápidamente sólo el contenido que necesitan para una fracción del precio de la totalidad del volumen de impresión. Un profesor de literatura, por ejemplo, podría comprar repertorios de poemas, o incluso poemas sueltos, de un editor de poesía que “trocea” una extensa colección. Un profesor de matemáticas podría adquirir pequeñas partes de un texto sobre cálculo integral. Esto permite a las administraciones gestionar sus presupuestos de forma más precisa e incluso ganar flexibilidad en sus ofertas de cursos.
Antes, cuando los libros se publicaban exclusivamente en papel, los educadores que querían utilizar sólo una parte de un libro tenían dos opciones. Podían comprar el libro impreso completo u obtener permiso para extraer fragmentos seleccionados. El proceso de concesión de permisos, sin embargo, puede ser tedioso y durar hasta seis meses, por lo que no es raro que los educadores utilicen una fotocopiadora para conseguir lo que necesitan, lo que significa que no se paga a los editores y ni a los autores.
Posibilidades más allá de las escuelas.
Aunque Slicebooks es útil para las escuelas cuidadosas con su presupuesto, el servicio va más allá de la educación. El editor de un libro sobre rehabilitación de viviendas puede querer separar un texto sobre bricolaje en diferentes proyectos de reparación y vender «cortes» a personas que sólo necesitan información sobre la colocación de azulejos en el baño o sobre cómo cambiar un grifo.
«Cualquier lugar» puede ser una librería
Como el número de librerías de ladrillo y cemento sigue disminuyendo, Slicebooks está estudiando hacer accesible el contenido fragmentado en nuevos lugares. El mencionado libro de reparaciones del hogar podría estar disponible en unidades para descargar instantáneamente a teléfonos inteligentes en las tiendas de hardware cuando el consumidor lo necesite. Biografías de músicos podrían presentarse a través de códigos QR en los conciertos. Dado que el contenido digital puede ser distribuido electrónicamente y de forma inalámbrica, Tomich cree que «cualquier lugar puede ser una librería.»
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Post original: Educators gain flexibility, save money by purchasing “slices” of books
Posted on 12 de junio de 2013 por grupodurga
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